2 de Abril: Día del Veterano y de los Caídos en la guerra de Malvinas

Haciendo memoria en el país del nunca más…

 

Malvinas, es un tema crucial de nuestra historia: las distintas problemáticas en torno a las Islas invitan, por un lado, a sumergirnos en un recorrido histórico de larga data, iniciado en 1833 cuando Gran Bretaña usurpó las islas y éstas se transformaron en el principal reclamo de soberanía de nuestro país ante la comunidad internacional. Por otro lado, también nos invitan a ejercitar la memoria sobre el pasado reciente por tratarse de un conflicto armado en el contexto del terrorismo de Estado. Pensar desde una perspectiva histórica el término Malvinas, tan cargado de sentidos en nuestra cultura.  La guerra de Malvinas, acaecida entre el 2 de abril y el 14 de junio de 1982 condujo a la muerte a 649 argentinos (323 de ellos en el hundimiento del Buque General Belgrano) y a 285 británicos.

4Reflexiones desde el pasado en el presente

 

“La recuperación de las Islas no debe ser considerado sólo como un hecho propio de un gobierno autocrático al que estamos comprometidos a enfrentar hasta lograr la democratización, sino que se inserta en históricas reivindicaciones anheladas por generaciones”

Raúl Alfonsín, 1982

 “La única guerra que hubo entre 1976 y 1983 fue la de Malvinas, en la que perdieron la vida cientos de personas en nombre de una batalla desigual. A los crímenes de la guerra se le sumaron los delitos de lesa humanidad cometidos por algunos jefes sobre los combatientes, delitos que deben ser juzgados y condenados como parte del accionar criminal del Estado terrorista. Esa es una de las deudas de esta democracia, como también lo es la identificación de los  cuerpos de quienes perdieron la vida en el conflicto bélico. Seguimos exigiendo el reconocimiento de la soberanía sobre las Islas. ¡Las Malvinas son argentinas! ¡Memoria, Verdad, Justicia y Soberanía!”

Organismos de derechos humanos.

 

 

'Juan López y John Ward', el relato que Borges escribió sobre la guerra de Malvinas.

Les tocó en suerte una época extraña. El planeta había sido parcelado en distintos países, cada uno provisto de lealtades, de queridas memorias, de un pasado sin duda heroico, de derechos, de agravios, de una mitología peculiar, de próceres de bronce, de aniversarios, de demagogos y de símbolos. Esa división, cara a los cartógrafos, auspiciaba las guerras. López había nacido en la ciudad junto al río inmóvil; Ward en la ciudad por la que caminó Father Brown. Había estudiado castellano para leer El Quijote. El otro profesaba el amor de Conrad, que le había sido revelado en un aula de la calle Viamonte. Hubieran sido amigos, pero se vieron una sola vez cara a cara, en unas islas demasiado famosas, y cada uno de los dos fue Caín, y cada uno, Abel. Los enterraron juntos. La nieve y la corrupción los conocen. El hecho que refiero pasó en un tiempo que no podemos entender.

Tributo a las veteranas de Malvinas

Pocos recuerdan, tal vez que, a la guerra de Malvinas también fueron mujeres. Seis instrumentistas quirúrgicas, que se alistaron como voluntarias, estuvieron en la bahía de Puerto Argentino, a bordo del Rompehielos ARA Almirante Irízar, que funcionó como buque hospital, a unos seiscientos metros de las islas. Tenían entre 19 y 30 años y nunca se habían puesto un uniforme de fajina. Otras jóvenes enfermeras, con rango militar, –alrededor de una docena– fueron reclutadas por la Fuerza Aérea y se desempeñaron en el hospital de campaña que se montó en Comodoro Rivadavia. Hubo también radio operadoras. Pero su participación fue invisibilizada y quedó casi en el olvido. Son las mujeres de la guerra de Malvinas, que también sufrieron la guerra, las pesadillas, el estrés post traumático, y que muchos años después, de a poco, empezaron a hablar…También hubo voluntarias y miembros de la Marina Mercante. Pero todas vivieron los horrores desde adentro: recibieron en el continente y en los buques transformados en hospitales a los soldados heridos, amputados, quemados y psicológicamente agobiados.